La alveolitis seca (también conocida como osteítis alveolar o alveolitis fibrinolítica) es una de las complicaciones más frecuentes tras la extracción de dientes permanentes (es muy poco frecuente en extracciones de dientes temporales).
Se caracteriza por un dolor postoperatorio, severo que se acompaña de la destrucción del coágulo en el interior del alveolo y puede aparecer, o no, halitosis (mal aliento). Como signo distintivo, el dolor suele aparecer a partir del segundo o tercer día tras la extracción y suele desaparecer en diez o quince días.
La prevalencia es del 1 al 5% aunque aumenta en extracciones complejas como la de los cordales (muelas del juicio) inferiores cuando están atrapadas en el hueso.
Algunos factores de riesgo que condicionan la aparición de alveolitis seca son:
- Dificultad de la extracción
- Inexperiencia del profesional
- Uso de anticonceptivos orales
- Edad avanzada
- Sexo femenino
- Tabaquismo
- Mala higiene dental
- Presencia de periodontitis (enfermedad de las encías)
- Diabetes y otras enfermedades y fármacos que retrasen la cicatrización.
Para evitarla se deben tomar todas las medidas de profilaxis posibles, es decir, intentar realizar una extracción lo más atraumática posible.
Una vez aparece la alveolitis, ésta cura en un periodo de dos semanas con o sin tratamiento. Se puede mejorar mediante el uso de antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos así como irrigar cuidadosamente el alveolo abierto con una solución salina.