La hipersensibilidad dentinaria o simplemente sensibilidad dental es una patología muy frecuente que presentan los pacientes que acuden a la clínica. En casos leves se puede tratar de forma domiciliaria pero en casos más severos, pueden requerirse tratamientos dentales para eliminar el dolor.
La hipersensibilidad se caracteriza por un dolor corto y fuerte en la dentina expuesta como respuesta a un estímulo térmico (frío/calor), táctil o químico (ácidos o dulces de la dieta por ejemplo).
La dentina dental se puede exponer al medio oral por una recesión de la encía o por pérdida de estructura dental (esmalte) por erosiones o abrasiones.
La sensibilidad afecta a cualquier edad pero es más frecuente entre la tercera y la cuarta década de la vida. La cara vestibular, en la región del cuello del diente, de caninos y premolares definitivos, tanto superiores como inferiores, son las zonas y dientes más afectados.
En general, podemos tratar la sensibilidad por varios métodos. Desde los más sencillos como el uso de pastas, geles y enjuagues específicos para reducir la sensibilidad dental a otro que requieren la participación del odontólogo, como son el uso de flúor a alta concentración, los sistemas adhesivos, la realización de empastes para cubrir las zonas expuestas, el uso del láser o la cirugía mucogingival (para reposicionar la encía en un lugar correcto que vuelva a cubrir el diente expuesto)