La periodontitis, es decir, la inflamación de los tejidos de sostén del diente y a la que se le ha llamado durante mucho tiempo piorrea, cursa con unos síntomas característicos.
Para determinar la presencia de periodontitis es obligatoria la aparición de tres síntomas principales: inflamación de encías (gingivitis), bolsa periodontal, es decir, un aumento en la profundidad del surco que conecta la encía con el diente y pérdida ósea.
Aún así, pueden aparecer otros síntomas que no siempre están presentes pero son también bastante frecuentes como por ejemplo:
- Abscesos e infecciones a nivel de la encía de los dientes. Pueden aparecer fístulas que drenen pus.
- Hemorragia o supuración de la encía: la presencia de sangre o pus a través de la encía puede ser espontánea o al apretar la encía.
- Movimiento de dientes, inclinaciones y alargamientos de los dientes.
- Retracción gingival: contracción de la encía con la exposición de la raíz de los dientes.
- Tumefacción gingival: hinchazón de la encía
- Cuando la movilidad dental y la pérdida ósea son muy acusadas se puede incluso perder piezas dentales. Incluso en ocasiones de manera espontánea.
Es importante detectar todos estos síntomas a tiempo, controlar la enfermedad periodontal cuando está establecida y prevenirla mediante revisiones dentales frecuentes con el odontólogo.