Es muy frecuente que los pacientes acudan a la clínica dental por problemas con sus muelas del juicio. Las muelas del juicio, terceros molares o cordales son los últimos dientes en formarse y se estima que sólo el 20% de los terceros molares consigue un alineamiento correcto en la arcada.
En el resto de casos, si el cordal está formado, muchas veces no erupciona y se queda atrapado (retenido o incluído) en el hueso.
El tercer molar superior tiene menos obstáculos para su erupción ya que el hueso es más esponjoso y trabeculado y favorece la erupción.
El tercer molar inferior es el que causa más problemas para su correcta erupción. En primer lugar hay que tener en cuenta la falta de espacio, debida en gran medida al tamaño cada vez menor de la mandíbula debido a la propia evolución de la especie.
Además tiene que hacer una curvatura importante para su erupción que a veces se ve impedida por el segundo molar al que puede llegar a afectar provocándole caries o problemas periodontales.
La mucosa que debe romper el tercer molar inferior para erupcionar es una mucosa móvil que favorece la inflamación por invasión de bacterias cuando el molar está emergiendo en boca. Sin embargo, es una mucosa que se retrae difícilmente y eso dificulta aún más la erupción del molar.
Para saber la posición y la conveniencia o no de la extracción de los terceros molares se debe acudir a la clínica dental para que el profesional mediante una radiografía nos oriente hacia el mejor plan de tratamiento.
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