La forma de actuar ante un golpe en los dientes dependerá, de si ha ocurrido en un diente de leche o en uno permanente y en las condiciones en las que se haya producido. En todos los casos, los más aconsejable es buscar atención odontológica de urgencia o en un centro hospitalario, dependiendo de la gravedad.
El diagnóstico correcto y temprano favorecerá la recuperación de las estructuras dañadas.
Será necesario instaurar un plan de visitas de control y seguimiento para poder detectar de manera precoz las posibles complicaciones tardías secundarias al traumatismo.
Hay que tener en cuenta que los dientes permanentes en formación se encuentran dentro del hueso e íntimamente relacionados con las raíces de los dientes temporales. Por eso, cualquier golpe en un diente temporal, por pequeño o simple que pueda parecer, puede llegar a producir una alteración en la formación correcta del diente permanente (alteraciones de forma, de color...) e incluso se puede retrasar o dificultar su erupción.
Además un traumatismo puede provocar una lesión en el nervio dental que puede llevar a producir una infección que, de prolongarse, podría producir malformaciones, manchas o lesiones secundarias en el diente permanente que está formándose.
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