La reabsorción radicular es un proceso que pueden sufrir los dientes por el cual desaparece parte de la estructura dental a nivel de las raíces sin intervención de bacterias.
Existe, por ejemplo, una reabsorción radicular fisiológica natural, cuando los dientes de permanentes "destruyen" las raíces de los dientes temporales durante la erupción facilitando así la caída de los mismos.
Pero en ocasiones, se producen reabsorciones radiculares que cursan con acortamiento de la longitud de las raíces de los dientes y que pueden comprometer su salud y supervivencia en boca. Estas reabsorciones pueden ser externas o internas si el proceso de destrucción comienza desde el interior del diente o desde las estructuras externas del mismo.
Pueden tener causas diversas aunque en general se producen por procesos inflamatorios continuados que afectan al diente o cuando los dientes sufren ciertas presiones continuadas (por ejemplo, durante los movimientos de ortodoncia, cuando son empujados por dientes que no erupcionan en su posición correcta, por malposiciones o por el crecimiento de quistes o tumores)
La mayoría de veces el diagnóstico de esta patología se realiza de manera casual cuando se realiza una radiografía de los dientes por cualquier otro motivo, ya que, por lo general, los dientes afectados no presentan sintomatología hasta que la reabsorción está muy avanzada.
El tratamiento de estos dientes cursará por identificar la causa que pueda producir la reabsorción y detenerla (por ejemplo, parar el movimiento ortodóncico, aliviar los traumatismos que pueda recibir el diente, extraer dientes que puedan estar empujando). En reabsorciones pequeñas diagnosticadas a tiempo, el tratamiento de conductos (endodoncia) puede resultar efectivo. Pero en casos más graves o avanzados, puede ser necesaria la extracción del diente cuando su pronóstico y viabilidad no son favorables.