sábado, 31 de octubre de 2020

REABSORCIÓN RADICULAR

 


La reabsorción radicular es un proceso que pueden sufrir los dientes por el cual desaparece parte de la estructura dental a nivel de las raíces sin intervención de bacterias.

Existe, por ejemplo, una reabsorción radicular fisiológica natural, cuando los dientes de permanentes "destruyen" las raíces de los dientes temporales durante la erupción facilitando así la caída de los mismos. 

Pero en ocasiones, se producen reabsorciones radiculares que cursan con acortamiento de la longitud de las raíces de los dientes y que pueden comprometer su salud y supervivencia en boca. Estas reabsorciones pueden ser externas o internas si el proceso de destrucción comienza desde el interior del diente o desde las estructuras externas del mismo.

Pueden tener causas diversas aunque en general se producen por procesos inflamatorios continuados que afectan al diente o cuando los dientes sufren ciertas presiones continuadas (por ejemplo, durante los movimientos de ortodoncia, cuando son empujados por dientes que no erupcionan en su posición correcta, por malposiciones o por el crecimiento de quistes o tumores)

La mayoría de veces el diagnóstico de esta patología se realiza de manera casual cuando se realiza una radiografía de los dientes por cualquier otro motivo, ya que, por lo general, los dientes afectados no presentan sintomatología hasta que la reabsorción está muy avanzada.

El tratamiento de estos dientes cursará por identificar la causa que pueda producir la reabsorción y detenerla (por ejemplo, parar el movimiento ortodóncico, aliviar los traumatismos que pueda recibir el diente, extraer dientes que puedan estar empujando). En reabsorciones pequeñas diagnosticadas a tiempo, el tratamiento de conductos (endodoncia) puede resultar efectivo. Pero en casos más graves o avanzados, puede ser necesaria la extracción del diente cuando su pronóstico y viabilidad no son favorables.

lunes, 19 de octubre de 2020

TIPOS DE DESGASTE DENTAL

 


Los dientes pueden perder parte de su estructura (desgastarse) por múltiple causas. Se conocen por diferentes nombres los distintos tipos de desgaste. A continuación vamos a mencionar cuatro de estos tipos de desgaste y por qué se producen. Más adelante, en otras publicaciones podremos hablar más en profundidad sobre ellos.

  • ATRICCIÓN: es la perdida gradual de tejido dental como resultado de la propia masticación. Es un desgaste fisiológico normal de la edad que puede verse acelerado en casos de malposiciones dentarias, apiñamientos...
  • ABRASIÓN: es el desgaste producido por la fricción de un cuerpo extraño entre los dientes. Puede deberse también a un incorrecto cepillado dental.
  • EROSIÓN: se produce la pérdida de tejidos duros por procesos químicos (sin estar las bacterias involucradas). Puede deberse, por ejemplo, a la acción de los ácidos de origen estomacal cuando hay patologías del tubo digestivo.
  • ABFRACCIÓN: es un tipo especial de desgaste que afecta a los tejidos dentales, perdiéndose estructuras por sobrecarga o fuerzas mecánicas que reciben los dientes.

martes, 6 de octubre de 2020

LA SALIVA NOS PROTEJE DE LA CARIES

 


La saliva ejerce un papel protector frente a la producción de caries. Está demostrado que en casos de xerostomía (boca seca) el índice de caries aumenta de manera considerable. 

Por un lado, la saliva realiza un barrido mecánico, un arrastre de residuos que se traduce en una limpieza continua de bacterias y restos alimenticios que se denomina aclaramiento oral. 

Por otro lado, su pH casi neutro ayuda a neutralizar los ácidos y mantener un pH constante en la boca para dificultar el proceso de destrucción del esmalte.

Además, ayuda a formar una película que se deposita sobre el esmalte de los dientes de forma muy rápida y que actúa como primera barrera frente a las bacterias. 

También contribuye a remineralizar las lesiones iniciales de caries debido a su contenido en minerales como calcio, fósforo y flúor.

Por último, posee, por si sola, una función antibacteriana debido a que posee sustancias (enzimas, inmunoglobulinas...) capaces de atacar directamente, o defendernos de las bacterias productoras de la caries.