Los dientes pueden perder parte de su estructura (desgastarse) por múltiple causas. Se conocen por diferentes nombres los distintos tipos de desgaste. A continuación vamos a mencionar cuatro de estos tipos de desgaste y por qué se producen. Más adelante, en otras publicaciones podremos hablar más en profundidad sobre ellos.
- ATRICCIÓN: es la perdida gradual de tejido dental como resultado de la propia masticación. Es un desgaste fisiológico normal de la edad que puede verse acelerado en casos de malposiciones dentarias, apiñamientos...
- ABRASIÓN: es el desgaste producido por la fricción de un cuerpo extraño entre los dientes. Puede deberse también a un incorrecto cepillado dental.
- EROSIÓN: se produce la pérdida de tejidos duros por procesos químicos (sin estar las bacterias involucradas). Puede deberse, por ejemplo, a la acción de los ácidos de origen estomacal cuando hay patologías del tubo digestivo.
- ABFRACCIÓN: es un tipo especial de desgaste que afecta a los tejidos dentales, perdiéndose estructuras por sobrecarga o fuerzas mecánicas que reciben los dientes.
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