Algunas veces, los dientes, tras recibir un golpe, pueden cambiar de color con el tiempo. Este oscurecimiento de diente puede varias desde tonalidades marrones a grises y negras.
En general, este cambio de color nos avisa de la afectación pulpar (del nervio) del diente. En muchas ocasiones si aplicamos frío a esos dientes podremos constatar como no reaccionan el estímulo como los dientes que no han cambiado de color.
Este cambio de color puede ocurrir tanto en dientes temporales como en permanentes.
Estos dientes que han perdido la sensibilidad pueden requerir de una endodoncia o tratamiento de conductos para desvitalizar y limpiar el conducto. Posteriormente se pueden realizar tratamientos de blanqueamiento (tanto externos como internos) para intentar conseguir que el color revierta.
Si no es posible conseguir el color anterior y el paciente requiere estética, se puede realizar una corona o carilla de porcelana si con el blanqueamiento no fuera suficiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario