En España casi el 90% de los casos de cáncer oral están ligados a los efectos del tabaco. Efectos que se multiplican exponencialmente al combinarlo con alcohol.
La nicotina y el alquitrán se disuelven en la saliva y pueden llegar incluso a la dentina. Es por eso que, en las personas fumadoras, las piezas van adquiriendo un color pardo amarronado. Las personas fumadoras son más propensas a la aparición de sarro aumentando el riesgo de gingivitis y periodontitis.
Además, la nicotina es un vasoconstrictor potente que reduce el aporte de oxígeno que garantiza la salud de nuestras encías.
En las personas fumadoras, la prevalencia y la gravedad de la enfermedad periodontal (enfermedad de las encías) es mayor.
El tabaco también reduce el flujo salival lo que conlleva a una disminución de la capacidad neutralizadora de la placa, por lo que la susceptibilidad a la caries aumenta.
Por eso, es recomendable que las personas fumadoras, acudan al odontólogo y/o al médico de familia para que les ayude a tratar su adición y mejorar así su salud bucal y general.
Por eso, es recomendable que las personas fumadoras, acudan al odontólogo y/o al médico de familia para que les ayude a tratar su adición y mejorar así su salud bucal y general.
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