Hace tiempo ya hablamos de la sensibilidad dental y de su tratamiento. Hoy vamos a recordar un poco esta entidad, ya que, ahora en verano, con el consumo de helados y bebidas frías, la sensibilidad dental puede ser un verdadero problema.
La sensibilidad dental afecta al 25% de la población adulta. Es más frecuente en mujeres comprendidas entre los 20 y 40 años. Actualmente ha aumentado la incidencia en personas más jóvenes por el abuso de bebidas energéticas, refrescos... También tienen mayor predisposición a la sensibilidad dental los pacientes con anorexia, bulimia, hernias de hiato y úlceras estomacales.Los dientes más afectados son los premolares y los caninos.
Se caracteriza por un dolor fuerte y pasajero tras el contacto con un estímulo externo (alimentos o bebidas ácidas, calientes o frías). Se produce por la exposición de la dentina del diente que transmite este estímulo al nervio del diente. Un cepillado agresivo y un dentífrico abrasivo pueden ser causantes de la sensibilidad. Así como enfermedades como el bruxismo, la caries, la gingivitis y la periodontitis entre otros.
También puede aparecer mayor sensibilidad tras algunos tratamientos dentales como el blanqueamiento o el raspado y alisado radicular.
Si el paciente no trata la hipersensibilidad adecuadamente (acudiendo al dentista para que le prescriba una pauta de barnices, colutorios o pastas adecuadas) el problema puede acabar generando molestias persistentes.
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