Con el auge de las intervenciones de cirugía y medicina estética, la influencia de las celebrities, los medios de comunicación, las redes sociales y la moda del selfie, la odontología estética se hace cada vez más importante.
Según la American Academy of Cosmetic Dentistry, casi la totalidad de los pacientes considera que la sonrisa es importante en las interacciones sociales, e incluso puede suponer un obstáculo a la hora del éxito laboral si no se tiene una boca cuidada.
Una sonrisa estética ayuda a gustar al resto, aumenta la confianza en uno mismo y ayudar a realzarse en el plano personal.
Las exigencias estéticas de los pacientes van encaminadas, muchas veces , a resolver necesidades psicológicas y sociales subjetivas y no tanto a necesidades objetivas. La OMS definió recientemente la salud como el "estado completo de bienestar físico, mental y social que no consiste únicamente en la ausencia de enfermedad"
Así pues, la odontología estética puede ir encaminada a cumplir esa función cuando el paciente percibe algo en su boca con lo que no está satisfecho. Y sus necesidades deben ser tratadas pero sin olvidar el factor ético, es decir, no se debe sobretratar ni hacer tratamientos milagro o engañar al paciente ya que, de hecho, la odontología estética se va a regir por los cánones subjetivos del paciente y es muy fácil que se creen situaciones de descontento con el resultado final ya que, en la mayoría de casos, no se basa en parámetros objetivos.
En general, según la AACD, los procedimientos de odontología estética más demandados en orden de frecuencia van encaminados a:
- Mejorar el aspecto físico y la autoestima
- Corregir tratamientos estéticos previos fallidos
- Mejorar ante eventos sociales cercanos (bodas, festividades...)
- Restaurar motivos de salud
- Parecer o sentirse más joven
Fuente: Gaceta Dental
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