El paciente inmunodeprimido, es aquel que tiene una alteración del sistema inmunitario, es decir, de las defensas del organismo.
Esta inmunodepresión puede ser debida a múltiples causas: enfermedades, síndromes, fármacos (por ejemplo, a los pacientes que se les transplanta un órgano)
Estos pacientes requieren unos cuidados especiales en la clínica dental y en su salud general debido a las complicaciones que pueden aparecer en caso de infección.
Muchas veces, estos pacientes presentan lesiones o manifestaciones orales que pueden ser el primer signo de que existe una alteración de las defensas.
Son típicas, las úlceras orales, yagas de gran tamaño con bordes irregulares y generalmente dolorosas.
Puede haber afectación de las encías y el hueso alrededor de los dientes. Existen dos patologías GUNA (Gingivitis Ulceronecrotizante Aguda) y PUNA (Periodontitis Ulceronecrotizante Aguda) que se asocian con frecuencia a sindomes que cursan con una disminución del sistema inmunitario como son el Síndrome de Down o el SIDA.
Se pueden producir infecciones bacterianas que pueden sobreinfectar las úlceras orales y agravar o desencadenar un cuadro de septicemia si dichas bacterias pasan al torrente sanguíneo y se difunden por otros órganos y sistemas.
Son frecuentes también las infecciones por hongos, generalmente por cándida, que producen el conocido muguet o candidiasis que forma placas blanquecinas en las mucosas de la boca, que se desprenden dejando una superficie enrojecida. La candidiasis puede afectar también a la lengua (que adquiere una superficie lisa) o a las comisuras labiales (pasando a llamarse queilitis)
También pueden sufrir infecciones por virus, siendo el más frecuente, el virus del herpes que forma vesícuas que, si se rompen suelen provocar dolor. Por otro lado, el virus del papiloma humano, puede crecer formando verrugas en las mucosas orales.
Por todo esto, es importante que estos pacientes acudan a revisiones rutinarias del dentista para detectar prematuramente cualquier patología que pueda agravar la situación de salud ya de por sí comprometida. Así mismo, los profesionales debemos estar preparados para, ante estos signos clínicos, derivar a los pacientes al médico especialista si sospechamos que pueda existir una inmunodeficiencia desconocida por el paciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario