miércoles, 29 de julio de 2020

FRENECTOMÍA

Frenillo de la boca: ¿cuándo hay que operarlo? | Ferrus&Bratos

Hace unas pocas publicaciones, cuando os hablamos del diastema interincisal (el espacio existente entre los incisivos superiores) comentamos que una de las causas es la existencia de un frenillo prominente. 

Los frenillos son unas hebras de tejido muscular que conectan el labio con la encía. Exiten un frenillo central superior, otro inferior, y generalmente otros laterales superiores e inferiores que no suelen tener tanta importancia clínica.

También existe un fenillo lingual, que conecta la lengua con el suelo de la boca y que en ocasiones, se suele extirpar en bebés cuando ya se detecta una longitud escasa que provoca, entre otras cosas, que no se puedan pronunciar bien algunos fonemas. 

En ocasiones, tras un traumatismo, el paciente puede formar otras hebras cicatriciales que se asemejan mucho a un frenillo.

Cualquiera de estos frenillos pueden eliminarse cuando suponen un problema estético, ortodóncico, periodontal/gingival o de retención de las prótesis. 

La frenectomía es como se conoce a la técnica para su extirpación. Se trata de una intervención quirúrgica sencilla que se realiza con anestesia local y la herida se sutura. El paciente debe seguir una serie de recomendaciones básicas (frío local, analgésicos y/o antiinflamatorios, dieta fría, evitar gesticular en exceso con los labios, aplicación de geles de clorhexidina) para que el postoperatorio sea correcto.

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