En la publicación anterior os explicamos qué es y por qué se produce la sensibilidad dental. Hoy vamos a explicaros brevemente algunos de los tratamientos de esta patología.
El tratamiento más común de la sensibilidad dental es a aplicación de sustancias que se aplican en la consulta pero que también aparecen en algunas pastas dentífricas, geles, colutorios y espráis. La mayoría de estas sustancias actúan cerrando los túbulos dentinarios abiertos que producen la sensibildad (ver publicación anterior). El efecto no es inmediato, pero poco a poco se irán taponando los túbulos y el dolor se reducirá.
Los tratamientos disponibles hoy en día suelen llevar sales de potasio, arginina, calcio,flúor, fósforo, silicato o sodio en su composición.
Existen barnices y adhesivos dentinarios que pueden aplicarse en la consulta con muy buenos resultados. En algunos casos se pueden realizar obturaciones (empastes) para cubrir lar raíces expuestas con ionómero de vidrio, una resina que libera fluor con el tiempo.
En caso de que la sensibilidad esté asociada a recesiones y otras patologías periodontales, puede optarse por la cirugía mucogingival para, mediante injertos y otras técnicas, cubrir la raíz y disminuir la sensibilidad.
Sin embargo, un 15% de los casos no responden bien al tratamiento y otros que sí mejoran, pueden volver a presentar sensibilidad con el tiempo.
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