El síndrome de Sjögren es una patología sistémica autoinmune de etiología (causa) desconocida en la que se produce un infiltrado de linfocitos en las glándulas salivales y lagrimales. La destrucción de estas gándulas produce xerostomía y xeroftalmia (boca y ojos secos). Es el llamado "complejo sicca" (síndrome seco)
En el Síndrome de Sjögren primario sólo se afectan las glándulas anteriormente mencionadas mientras que en el secundario se asocia a otras enfermedades como artritis reumatoide, cirroris biliar... La forma secundaria es más prevalente que la primaria
El Síndrome de Sjögren afecta hasta un 4% de la población. Afecta más a mujeres y en edades entre lo 40-50 años.
La etiología es desconocida aunque se han sugerido factores genéticos, hormonales, inmunológicos y víricos.
En un 25% de los casos, puede extenderse a otros órganos como el hígado, el pulmón o el riñón llamándose Síndrome de Sjögren extraglandular.
Los pacientes presentan ojos y boca seca aunque a veces puede comenzar con síntomas inespecíficos como artralgia, fatiga, sequedad vaginal...
Se produce un agrandamiento de la parótida en casi la mitad de los pacientes. El agrandamiento puede ser asintomático y asimétrico. En las glándulas salivales menores no se produce agrandamiento aunque se pueden afectar produciendo menos saliva y el paciente refiere dificultad para masticar, tragar y pronunciar. La mucosa oral está seca, el espejo del odontólogo se queda pegado, hay labios agrietados, candidiasis...
Existe un mayor riesgo de caries. Sobre todo caries rampantes en cuellos de los dientes.
Se debe realizar el diagnóstico diferencial con otros procesos que cursen con agrandamiento de las glándulas como lesiones tumorales o paperas. También hay que descartar el uso de fármacos que reduzcan la producción de saliva.
El diagnóstico se realiza mediante la clínica, la sintomatología, la sialometría (medición de la saliva en reposo y estimulada), las pruebas oculares (medición de la lágrima), la histolopatología (toma de biopsia), pruebas de laboratorio (análisis) y técnicas de imagen (tac, resonancia magnética, gammagrafía, ultrasonografía...)
No existe tratamiento eficaz. Es un proceso incurable en el que se previenen y tratan las posibles complicaciones. Para la xerostomía se aconseja beber abundante agua, comer chicles sin azúcar para estimular su producción, realizar enjuagues o uso de secretagogos (fármacos como la pilocarpina que estimulan la función glandular residual). Se aconseja extremar la higiene para evitar las caries así como el uso de flúor y reducir los azúcares de la dieta.
El síndrome de Sjögren tiene un buen pronóstico. La evolución es benigna aunque a veces dificulta la calidad de vida. El riesgo de malignización a linfomas de parótida es poco frecuente pero se aconseja revisar a los pacientes durante mucho tiempo para controlar que no se produzca
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