¿HAY QUE TRATAR LOS DIENTES DE LECHE?

Esa es una de las preguntas que muchos padres se realizan cuando se les diagnostica patología dental a sus hijos. La idea de que son dientes que tienen que caerse puede hacer pensar que tratarlos supone un gasto innecesario. 

Pues bien, pese a que son dientes que caerán en un futuro, estos dientes están presentes para desarrollar la función normal del niño (masticar, función estética, hablar correctamente, tragar saliva y alimentos de manera correcta...) Cualquier pérdida prematura de un diente de leche puede ocasionar graves alteraciones de esas funciones. 

Además la caries, supone dolor e infección que, obviamente, ningún niño debería padecer. La omisión del tratamiento dental puede ser considerado una negligencia por parte de los padres o tutotes.

Así pues, ante un tratamiento dental, lo mejor es acudir a un especialista odontopediatra para que valore la mejor opción de tratamiento, ya que sólo se tratará el diente cuando sea necesario y no vaya a producir problemas. Un diente muy próximo a caer, muchas veces, no requiere tratamiento, pero debe ser el especialista quien valore cada caso individualmente.

Información proporcionada por la SEO (Sociedad Española de Odontopediatría)

EFECTOS DEL CHUPETE. CUÁNDO RETIRARLO

El uso prolongado del chupete, así como la succión del pulgar u otros dedos, pueden producir alteraciones en el crecimiento normal de los maxilares del niño. Otros hábitos, como la respiración bucal, morderse la uñas u otros objetos o los rechinamientos dentarios, pueden también producir alteraciones que se pueden subsanar de manera natural si se eliminan a tiempo estos hábitos o pueden requerir de aparatología ortopédica u ortodóncica si no se hace. 

¿CUÁNDO RETIRAR EL CHUPETE?

Según la Sociedad Española de Odontopediatría, se aconseja eliminar el uso del chupete entre el año y año y medio del niño, procurando no sobrepasar los dos años de edad para evitar alteraciones de los maxilares.

Se debe retirar en un momento en el que tanto el niño como los padres estén preparados y evitar que coincida con algún evento importante como, por ejemplo, el empezar la guardería, la llegada de un nuevo hermanito en casa...

Hay que tratar de que exista un entendimiento por parte del niño de que forma parte del proceso de hacerse mayor como lo son, el dejar el biberón, dormir en una cama o retirar el pañal. En ningún caso se deberá humillar o avergonzar al niño como medio para retirarlo. 

Es importante destacar que, durante el uso del chupete, no se deben endulzar con ninguna sustancia para contentar al niño. Se deben esterilizar y lavar con frecuencia para eliminar los gérmenes y jamás utilizar la propia saliva de los padres para limpiarlo, ya que, con este simple gesto, estamos introduciendo bacterias de nuestra boca a la del niño.

¿A QUÉ EDAD SALEN LOS PRIMEROS DIENTES?

Los dientes de leche o temporales comienzan a aparecer a los 6 meses de edad aproximadamente. Por lo general, los incisivos centrales inferiores son los primeros en aparecer, seguidos de los centrales superiores y los laterales inferiores y superiores. 

Poco a poco, con los meses, irán apareciendo los molares y caninos temporales. Alrededor de los 33-36 meses, habrán erupcionado los 20 dientes temporales. Y así permanecerán, prácticamente sin cambios, hasta aproximandamente los 6 años de edad, donde aparecerán los primeros molares permanentes (por detrás del último molar temporal) y comenzará el recambio de los dientes de leche.

Cabe destacar que existe una gran variabilidad dentro de la normalidad a la hora de los tiempos en los que aparecen  los dientes. La erupción viene influenciada por factores genéticos y ambientales. Es frecuente que si a los padres/madres les salieron tarde, ese patrón se repita también en sus hijos. Estas diferencias, no deben preocupar a los padres, aunque lo mejor, para salir de dudas en caso de tarden en aparecer los dientes, es consultar con el odontopediatra.

ALIMENTOS Y BEBIDAS QUE PUEDEN TEÑIR LOS DIENTES

El blanco de los dientes es uno de los objetivos de todo aquel que busca una estética perfecta de su sonrisa. Sin embargo, hay alimentos y bebidas que pueden oscurecer los dientes, además de generar caries. Pero hay otros que nos protegen de la caries y evitan el oscurecimiento de los dientes.

En general, las bebidas ocasionan más daño al color dental que los alimentos ya que su ingesta es superior en volumen y debido a su estado líquido pueden filtrar mejor a través de la porosidad del esmalte del diente.

Por ello, se debe hacer un consumo moderado de las sustancias que se van a citar y realizar una buena higiene dental después de su consumo.

El principal enemigo de los dientes blancos es el vino, tanto el blanco como el tinto, aunque éste último, tiene, obviamente, un poder cromógeno mayor. Además afectan al diente también debido a la acidez, debilitando el esmalte.

El café y el té (sobre todo el rojo y el negro) son las siguientes bebidas con mayor capacidad de oscurecer y teñir los dientes. Además, el té, suele dejar unas manchas características debido a los taninos de las propias hojas con las que se elabora.

Aunque las frutas y las verduras son buenas para muchas cosas, algunas pueden teñir los dientes. Es el caso de aquellas que presentan unos colores vivos y fuertes como los arándanos, las cerezas, las fresas, la remolacha... También tienen este problema algunas salsas, como la de soja o el vinagre balsámico de Módena y algunas especias como el azafrán y el curry.

Aun así, hay otros alimentos que nos pueden proteger. Es el caso de la manzana y todas aquellas frutas y verduras de textura fibrosa. Ya que por la propia masticación de los mismos, se produce un efecto de autolimpieza de los dientes, así como de un estímulo de la producción de saliva, principal protectora de la caries. También pueden ayudar a mantener una sonrisa blanca alimentos como el apio, la coliflor, las espinacas, las judías verdes o las zanahorias. El ácido láctico presente en la leche, yogures y quesos también contribuye a la segregación de saliva y aportan calcio que ayuda a mejorar el estado de los dientes y a fortalecer los huesos donde se alojan.

¿A QUÉ EDAD SE DEBE ACUDIR POR PRIMERA VEZ AL DENTISTA?

Se recomienda hacer la primera visita al odontopediatra, dentro del primer año de vida. Incluso se anima a las mujeres embarazadas a comenzar la prevención incluso antes del nacimiento del niño, mediante el asesoramiento de las mujeres gestantes para establecer una serie de hábitos y una correcta alimentación para el correcto desarrollo de los dientes del bebé.

Es importante destacar e insistir en el propio cuidado bucal de los padres, ya que está demostrado, que los gérmenes presentes en sus bocas se pueden transmitir a sus hijos y predisponerles a la caries.

Se deben instaurar, desde el principio, unos conocimientos básicos de salud dental, así como evitar ciertos hábitos nocivos, como impregnar chupetes con sustancias dulces, dejar que el niño se duerma con el biberón o limpiar las tetinas con la propia saliva.

Una vez empiecen a salir los primeros dientes, el odontopediatra podrá guíar a los padres para el correcto cuidado de los mismos, ya que la caries puede aparecer desde el primer momento en el que el diente aparece en boca.

A los dos años, muchos niños han sufrido ya traumatismos dentales, por caídas, pueden presentar caries o tener problemas de oclusión. Lo más importante es poder realizar una prevención o una detección temprana de estos problemas para evitar tratamientos más complejos en el futuro.