Una de las enfermedades pulmonares más comunes en la población actual es la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica). Esta enfermedad se caracteriza por una obstrucción crónica e irreversible del flujo del aire que lleva al paciente a presentar dificultades para respirar. Es la enfermedad que más muerte provoca por detrás de las enfermedades cardiovasculares.
Hay que tener en cuenta, que una de las posibles causas de la EPOC es el tabaquismo. Por lo que los pacientes, a nivel oral, presentaran manifestaciones secundarias de este hábito nocivo: enfermedad periodontal (problemas de las encías y tejidos de sostén de los dientes), inflamación por la nicotina. También puede aparecer candidiasis, una infección por el hongo Candida albicans que suele aparecer como consecuencia de la inhalación de corticoides en estos pacientes. Esta infección oportunista es más frecuente en la lengua y que puede requerir tratamiento con antimicóticos.
Estos pacientes, cuando acuden a la clínica dental, el mayor riesgo que presentan es que se puede agravar o empeorar su función respiratoria. Por ello, es importante que el paciente dé a conocer al personal sanitario su historia clínica, los fármacos que presenta y si existen otras enfermedades asociadas.
Por su parte, el odontólogo, evitará realizar tratamientos cuando el paciente no tenga su enfermedad controlada. Evitara las largas esperas en la salita para evitar el estrés y la ansiedad y realizará tratamientos cortos y sencillos. No utilizará técnicas que puedan dar sensación de ahogo y mantendrá siempre el sillón en la posición más vertical posible. Además, tanto el paciente como el odontólogo, deben conocer que, debido al abuso de antibióticos por parte de estos pacientes, pueden crearse resistencias a los mismos que disminuyan su efectos, por eso se valorará bien la necesidad y el tipo de antibiótico necesario en caso de recetarlo.
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