lunes, 25 de abril de 2016

LA SALIVA (II) - ALGUNAS DE SUS PATOLOGÍAS


En la publicación anterior, explicamos qué era y para que servía la saliva y comentamos que era igual de importante la cantidad que la calidad de la misma. En relación a la cantidad encontramos dos patologías que pueden sufrir los pacientes.

La disminución patológica de la saliva se conoce como hiposialia que deriva en xerostomía (sensación de sequedad bucal).

Cuando el nivel de la saliva disminuye, se producen alteraciones que pueden provocar mayor número de enfermedades (caries, gingivitis...), halitosis (mal aliento) y disminuye la calidad de vida de quienes lo padecen.

Está disminución puede producirse por daño en glándulas salivales por radioterapia de cabeza y cuello, deshidratación, enfermedades inmunológicas (como en la artritis reumatoide o el Síndrome de Sjögren) y también puede ser secundaria a algunos fármacos (antihistamínicos o antidepresivos)

Su tratamiento consiste en estimular la secreción salivar mediante estímulos mecánicos (masticar chicles y caramelos sin azúcar y con xilitol o ingerir alimentos ácidos), fármacos (solamente cuando las glándulas salivales sean funcionales). En caso de que las glándulas estén afectadas, sólo podremos prescribir terapias paliativas como sustitutos salivares, colutorios, chicles...

Por supuesto, los pacientes con sequedad bucal deben tener una hidratación buena y constante. 

El aumento de la cantidad de saliva se conoce como sialorrea y causa agrietamiento peribucal, cansancio muscular, dermatitis del mentón y eccemas peribucales. Es menos frecuente que la hiposialia o xerostomía. 

Hay que aclarar que se pueden producir aumentos fisiológicos (normales) de la saliva en el recién nacido y lactantes cuando erupcionan los dientes y en mujeres embarazadas. La sialorrea patológica está asociada a enfermedades como parálisis cerebral o Parkinson.

martes, 19 de abril de 2016

LA SALIVA - QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE


La saliva es una secreción de las glándulas salivales compuesta en un 99% por agua. Pero es el 1% restante lo que la hace importante. Ese 1% lo forman electrolitos (bicarbonato, calcio, cloro, potasio, sodio...), proteínas (enzimas, inmunoglobulinas...) entre otros.

La composición de la saliva se ve afectada por factores como la ingesta de alcohol, medicamentos y por el ejercicio físico.

FUNCIONES DE LA SALIVA:

  • Cicatrización: contiene factores de crecimiento que hace que las heridas abiertas (como por ejemplo tras una extracción dental) curen de manera rápida.
  • Ayuda a la digestión: las enzimas de la saliva se mezclan con el alimento iniciando la digestión de los mismos. Además ayuda a la deglución, a tragar correctamente los alimentos.
  • Tiene una función antibacteriana y antifúngica gracias a las enzimas y las inmunoglobulinas.
  • Lubrica constantemente el medio oral y ayuda a una correcta fonación.
  • Mantiene el pH neutro de la boca. Se conoce como capacidad buffer o tampón y consiste en neutralizar los ácidos tras las comidas para evitar la desmineralización del esmalte dental.
La saliva parece un líquido molesto sin embargo tiene una gran importancia. De ella dependen, por ejemplo, el buen funcionamiento de las prótesis o la integración de los implantes.

Es tan importante la calidad como la cantidad de la saliva. Tanto un descenso (hiposialia / xerostomía) como un aumento (sialorrea) son patologías que requieren de tratamiento. Pero su explicación requiere un apartado específico en el blog.


EL FUTURO DE LA SALIVA

Pero quizá los más importante de la saliva es su capacidad prometedora para diagnosticar ciertas enfermedades sistémicas. La saliva posee unos marcadores que nos pueden advertir de la existencia de enfermedades como afecciones cardiovasculares, anorexia, cáncer, diabetes, drogodependencia, hepatitis, VIH y por supuesto, del riesgo de caries (presencia de streptococus mutans - principal causante de la caries - o del streptococus dentisani - recientemente descubierto como protector contra la caries)

Se están realizando estudios para analizar este poder diagnóstico de la saliva que podría sustituir a los análisis de sangre en paciente crónicos que requieren de muchos pinchazos (como los diabéticos) o en pacientes con fobia a las agujas por tratarse de pruebas tan sencillas como depositar un poco de saliva en un vaso de muestras. 

domingo, 10 de abril de 2016

TUMOR ODONTOGÉNICO ADENOMATOIDE

En la entrada de hoy vamos a presentar un tipo de lesión bucal: el tumor odontogénico adenomatoide.

Se trata de un tumor poco frecuente compuesto por epitelio odontogénico. Se trata de una lesión benigna, de crecimiento lento y no invasivo. El crecimiento es tan lento que muchas veces el paciente no se da cuenta hasta que adquiere un tamaño considerable.

Es más frecuente entre la segunda y la tercera década de la vida y afecta más a las mujeres en un proporción de 2:1.

En ocasiones aparece en asociación a dientes incluídos (que no han erupcionado) y más frecuentemente en relación a los caninos del maxilar superior.

Es una lesión asintomática pero puede ocasionar cambios en los dientes vecinos a los que suele desplazar y que muchas veces presentan movilidad. A menudo se suele diagnosticar incorrectamente por confundirse con quistes y flemones.

El tratamiento de elección es la extirpación completa mediante cirugía conservadora; un procedimiento bastantante sencillo y que, de normal no suele recurrir (volver a reproducirse). Algunos autores aconsejan realizar injertos de hueso y tejido conjuntivo.

Imagen de un tumor odontogénico adenomatoide en el lado izquierdo superior del paciente
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