miércoles, 21 de febrero de 2018

AFTAS BUCALES

Resultado de imagen de aftas bucales

Las aftas bucales (conocidas en la calle como llagas) son úlceras de distinto tamaño, número y localización que aparecen en las mucosas de la boca. Son dolorosas y recidivantes (aparecen de nuevo en mayor o menor frecuencia). Aparecen en forma de brotes y suelen resolverse solas en la mayoría de casos.

Tiene prevalencia en clases sociales altas, en mujeres y de los 10 a los 40 años de edad. 

Se pueden distinguir algunos factores predisponentes de su aparición como:
  • Acción irritativa sobre la mucosa oral: traumatismos, manipulaciones dentales...
  • Alérgenos alimenarios: muchas veces aparecen después de consumir ciertos alimentos o bedidas
  • Cese del hábito de fumar. Los pacientes fumadores presentan menos aftas por el incremento de la queratinización del epitelio de las mucosas.
  • Ciclo menstrual: generalmente en la fase premestrual o luteínica donde disminuye la cornificación del epitelio y lo hace más susceptible a la aparición de aftas. Curiosamente, las aftas disminuyen o desaparecen durante el embarazo.
  • Estrés, ansiedad, nerviosismo o depresión.
  • Factores genéticos
  • Fármacos y otros productos químicos de algunos dentífricos y colutorios.
  • Enfermedades sistémicas: celiaquía (intolerancia al gluten) y enfermedades intestinales (enfermedad de Crohn...), déficit de hierro, de vitaminas (complejo de vitaminas B), de zinc (mantiene la integridad epitelial), sida (aftas más severas y persistentes), algunos síndromes...
En general se clasifican según su tamaño en aftas menores (85% de los casos) cuando no superan el centímetro y curan sin secuelas de 10 a 14 días y aftas mayores cuando miden más de un centímetro y pueden tardar en curar hasta un mes dejando una posible cicatriz.

No existe un tratamiento específico para evitar su aparición. En general se deben evitar los traumatismos locales, eliminar los posibles alérgenos de la dieta y diagnosticar y tratar las enfermedades sistémicas que puedan ser las causantes.

Actualmente, todos los tratamientos de aftas como los antisépticos (colutorios y geles de clorhexidina) y los anestésicos tópicos, van encaminados a disminuir el dolor de las aftas, evitar la infección y acelerar su cicatrización. En casos de aftas persistentes, aftas mayores y pacientes con sida puede ser necesario el uso de tratamiento antibiótico y corticoide. 

lunes, 12 de febrero de 2018

INJERTOS DE HUESO

Resultado de imagen de bio-oss

En muchas ocasiones, el paciente necesita de injertos óseos para la colocación de los implantes o incluso para preservar algún diente. Pero, ¿qué son exactamente los injertos óseos?

Se trata de biomateriales que se utilizan durante ciertas intervenciones (elevación de seno, colocación de implantes...) y que van a fomentar la creación de hueso nuevo allí donde antes no existía.

Los injertos de hueso pueden ser de muchos tipos:

  • Autógenos: el hueso procede del mismo paciente. Muchas veces la zona donante no aporta suficiente hueso y se combina con otro tipo de injertos óseos. Produce mayor molestia puesto que requiere de una segunda zona intervenida de la que extraer el hueso. A veces, en la colocación de implantes se puede aprovechar el propio hueso fresado durante la intervención.
  • Alogénos: procedentes de cadáveres y procesados por congelación o desmineralización. Están esterilizados y son suministrados por bancos de tejidos. Están tratados químicamente para evitar la transmisión de enfermedades.
  • Aloplásticos: son sintéticos (fosfatos de calcio, vidrios bioactivos, hidroxiapatita...) Se suelen mezclar con el hueso autólogo cuando es insuficiente.
  • Xenogénos: proceden de otras especies. Son generalmente de origen bovino.
Muchas veces se utilizan otros tipos de injertos como son las membranas de colágeno o el plasma rico en plaquetas que se extrae previamente de la sangre del paciente.

Todos estos biomateriales tienen el objetivo de intentar ganar volumen y masa ósea en zonas comprometidas.

domingo, 4 de febrero de 2018

CANDIDIASIS ORAL

Resultado de imagen de candidiasis oral

La candidiasis es la micosis (infección por hongos) más frecuente en la cavidad oral. Está causada por hongos del género Candida (80% Candida albicans) que forman parte de la flora habitual de la boca.

Estos hongos se vuelven patógenos cuando tienen lugar factores que facilitan su desarrollo. Es una infección oportunista que nos puede servir también como indicadora de la presencia de una enfermedad sistémica.

Los factores que predisponen su aparición son de dos tipos:
  • Generales:
    • Alcoholismo
    • Alteraciones endocrinas (diabetes, embarazo, hipertiroidismo...)
    • Farmacológicos (antibióticos, antidepresivos, corticoides...)
    • Inmunodeficiencias (leucemia, SIDA...)
    • Xerostomía (boca seca)
  • Locales
    • Prótesis antiguas y mal ajustadas.
    • Pérdida de dientes que predisponen a la aparición de fisuras en las comisuras labiales.
    • Mala higiene oral
    • Uso abusivo del chupete
    • Tabaquismo
Hay diferentes tipos de candidiasis aunque la forma más típica es la que se manifiesta con placas blancas en la mucosa interna de las mejillas y bordes laterales de la lengua. Estas placas blancas se desprenden con facilidad sin dolor. Otras formas pueden cursar con zonas eritematosas (rojas), depapilación de la lengua...

El tratamiento consiste en mejorar o eliminar los factores locales y sistémicos que puedan desencadenarla así como la administración de fármacos antimicóticos como la Nistatina.