domingo, 31 de julio de 2016

SENSIBILIDAD DENTAL


La hipersensibilidad dentinaria, comúnmente llamada sensibilidad dental, es la causa más frecuente de dolor dental con una alta prevalencia en la población adulta. Siendo más frecuente en mujeres de entre 20-40 años

Actualmente se ha visto un aumento de sensibilidad en pacientes jóvenes debido al cambio en los hábitos de vida. La gente joven cada vez practica más deporte. Durante su práctica, desciende la cantidad de saliva y con la ingesta cada vez mayor de bebidas isotónicas y carbonatadas, de gran componente ácido, se produce un desgaste dental importante.

La sensibilidad es un dolor transitorio de corta duración (unos segundos) en uno o varios dientes aunque hay personas que presentan un dolor generalizado en toda la boca. Este dolor suele aparecer tras estímulos táctiles, químicos o térmicos (sobre todo al ingerir alimentos y bebidas fríos)

La dentina del diente esta formada por túbulos dentinarios (Fig.1) que conectan la parte exterior del diente con las terminaciones nerviosas del interior. Cuando los túbulos de la dentina quedan expuestos y están abiertos es cuando puede producirse la sensibilidad.

Fig.1. Detalle ampliado de los túbulos de la dentina que unen el exterior con la pulpa dental.
Los derechos de todas las imágenes quedan reservador a sus respectivos autores.

Los factores que ayudan a que aparezca esta sensibilidad son: algunas enfermedades (bruxismo, reflujo gástrico...), consumo excesivo de ácidos (bebidas carbonatadas e isotónicas, vino, vinagre, yogures, zumos...), hábitos higiénicos nocivos (cepillado agresivo, pastas dentífricas muy abrasivas), otros hábitos nocivos (onicofagia = morderse las uñas, piercings en la boca...), medicamentos (como la aspirina), algunos tratamientos odontólogicos (empastes mal sellados, tratamientos periodontales, tratamientos ortodóncicos de muchos años o blanqueamientos sin supervisión profesional), otras causas dentales (abrasiones, anomalías anatómicas, erosiones, recesiones...)

jueves, 21 de julio de 2016

¿POR QUÉ DEBO EXTRAERME UN DIENTE?


Esa es la pregunta que muchos pacientes se hacen al acudir a la consulta cuando, creyendo que existe alguna solución, se encuentran con la mala noticia de que es necesaria la extracción de una o más piezas dentales.

Ante todo, el paciente debe entender que la extracción es un proceso traumático que los odontólogos tratamos de evitar salvo cuando no existe ninguna opción más acertada.

Las causas para una extracción son muchas pero las podemos agrupar en:

  1. Destrucción grande del diente. Caries o traumatismos grandes o en localizaciones que dificultan el poder hacer un empaste o un tratamiento de conductos (endodoncia) cuando no se puede asegurar un buen resultado. Son, por ejemplo, las caries radiculares o muy por debajo de la encía.
  2. Pérdida ósea extrema con gran movilidad de la pieza dental cuando el tratamiento periodontal ya no va a suponer ninguna mejoría para ese diente.
  3. Cuando un diente, por falta de su antagonista, se extruye (sale hacia afuera) tanto que imposibilita poder rehabilitar la arcada contraria o incluso supone un problema por sí mismo (movilidad, interferencias al abrir/cerrar, problemas de masticación...)
  4. Cuando existen una discrepancia de tamaño entre los dientes y los maxilares, es decir, cuando los dientes son más grandes y/o los maxilares muy pequeños, el paciente que lleva ortodoncia puede requerir la extracción de piezas dentales para poder alinear el resto. Son quizá las extracciones que más le cuesta a los pacientes de asumir porque, en muchas ocasiones, se trata de dientes perfectamente sanos que debemos "sacrificar" para el mejor resultado del tratamiento.
  5. En ocasiones, en trabajos rehabilitadores extensos y con el consentimiento del paciente, se extraen dientes más o menos sanos para asegurar una mayor funcionalidad y estética de los mismos trabajos.

martes, 19 de julio de 2016

MOVILIDAD DE LA PRÓTESIS DENTAL


Las prótesis dentales, ya sean completas, parciales o esqueléticos, como prótesis removibles que son, siempre presentan una movilidad. Esta movilidad es mayor en las prótesis completas ya que no se sujetan con ganchos a ningún diente.

Pero, con el tiempo, la movilidad de las prótesis puede incrementarse. En general, esta movilidad se debe a la pérdida de masa ósea y gingival con el tiempo. La pérdida de masa ósea a nivel bucal puede acelerarse, por ejemplo, cuando el paciente sufre una pérdida de peso considerable. 

En el mercado existen muchas soluciones para contrarrestar esta movilidad, como por ejemplo, adhesivos y almohadillas. Pero cuando estos materiales se utilizan en exceso, sobre todo, las almohadillas, es indicativo de que la prótesis está muy desajustada y hay que buscar una solución más definitiva: esa prótesis debería rebasarse.

El rebase consiste en rellenar en clínica las bases de las dentaduras con silicona u otros materiales para que, en el laboratorio, este material se sustituya por la misma resina de la dentadura para adaptarla a la nueva morfología de la encía actual del paciente.

Después de un rebase y los ajustes necesarios, los pacientes notarán una notable mejoría de la movilidad de sus prótesis y podrán utilizarlas con mayor seguridad.

martes, 5 de julio de 2016

ALGUNOS CONCEPTOS DE IMPLANTES


En muchas ocasiones los pacientes quiere un tratamiento con implantes, rápido y conservando en todo momento la estética, es decir, no quieren ir sin diente durante el proceso del tratamiento. 

Por ello acuden muchas veces referidos por ciertas publicidades (muchas veces engañosas) que les confunden y les hacen creer que ciertos tratamientos son siempre posibles. Por eso, desde este blog, vamos a aclarar de manera sencilla dos conceptos por los que los pacientes preguntan.

IMPLANTES POST-EXTRACCIÓN

Son aquellos implantes que se colocan en boca el mismo día de la extracción de diente afectado. Se pueden realizar cuando el alveolo (el hueco del diente que ocupaba en el hueso) es favorable y no existen factores de riesgo. Este tratamiento, en la mayoría de ocasiones, requiere de injertos óseos o de tejido conectivo ya que, de normal, el diámetro de la raíz del diente suele ser mayor al diámetro del implante. Por lo tanto, el espacio que queda debe ser rellenado con hueso artificial que suele encarecer el tratamiento.

En caso de no poder realizarse un implante postextracción, tendremos que optar por otras técnicas que camuflen la ausencia, ya sea con prótesis fijas o removibles provisionales.

CARGA INMEDIATA

Se llama carga inmediata al hecho de colocar la corona (provisional o definitiva) el mismo día que se coloca el implante. Esta técnica es muy sensible a muchos factores de riesgo que dificultan o desaconsejan su utilización. Si la corona que se coloca es provisional; deberá cambiarse por una definitiva cuando el implante ya se haya integrado en el hueso, aumentando de nuevo el coste del tratamiento.

El implante debe tener una estabilidad primaria buena en el momento de la colocación, es decir, debe de quedar bien fijado al hueso. El hueso debe ser de una calidad idónea; ni muy duro ni muy blando. Y existen otras contraindicaciones propias del paciente: bruxismo, enfermedad periodontal severa, osteoporosis, diabetes no controlada, fumadores, necesidad de injertos...

Por tanto, ni una técnica ni la otra ni la suma de las dos se pueden realizar en todos los casos ni en todos los pacientes y la persona debe conocer previamente que muchas de estas técnicas encarecen el tratamiento que podría, por otra parte, realizarse mediante un protocolo estándar esperando los tiempos pertinentes.

Para más información, no dudéis en consultarnos.