martes, 16 de agosto de 2016

LA MALOCLUSIÓN


Muchas veces los niños vienen con sus padres a la clínica porque en la revisión del colegio les han diagnosticado una maloclusión. Pero, ¿qué es exactamente la maloclusión?

La maloclusión es un estado de la boca que dista del patrón correcto de oclusión que conocemos los ortodoncistas y odontólogos. Esta oclusión normal o normoclusión cumple unos ideales en cuanto a la posición de los dientes y la relación con el resto de estructuras. Toda oclusión que no cumpla estos requisitos se convierte en una maloclusión.

Las maloclusiones son debidas a:

  • Herencia genética (la ausencia congénita de algún diente que no se ha formado, los dientes supernumerarios, las erupciones ectópicas (en localizaciones anormales) o las anomalías de forma y/o tamaño suelen heredarse). Existen maloclusiones similares entre padres y descendientes. También aparecen maloclusiones en algunos síndromes y patologías como el labio fisurado.
  • Fatores intrauterinos y neonatales: moldeado intrauterino (por presión de algún miembro, por ejemplo durante el embarazo) o agentes teratógenos durante el embarazo (rayos X, alcohol, tabaco, aspirina...)
  • Fatores postnatales: enfermedades neurológicas y musculares, deficiencias nutricionales, fracturas maxilares, enfermedades endocrinas (hipotiroidismo), pérdida prematura de dientes temporales (por caries o traumatismos) que pueden requerir mantenedores de espacio para que, el diente permanente no quede atrapado o pierda su guía eruptiva), hábitos anómalos...
Pese a la preocupación de los padres y de algunos adultos por su propia maloclusión, se trata de una entidad que tiene normalmente fácil solución mediante ortodoncia tras un estudio diferenciado del caso.


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