miércoles, 18 de noviembre de 2015

TRAUMATISMOS CORONARIOS


Actualmente, los traumatismos son la segunda causa de atención en Odontopediatría después de la caries dental. La fractura de corona no complicada (de esmalte y dentina) es el traumatismo más frecuente en dentición permanente.

La mayoría de las fracturas y luxaciones de los dientes resultan de accidentes. No suelen comprometer la vida de los pacientes pero pueden provocar un impacto social y psicológico importante ya que comúnmente aparecen en los dientes anteriores. 


Los traumatismos impactan al paciente y a sus familiares, profesores o cuidadores porque suele asociarse con sangrado y cortes en los tejidos blandos. En accidentes graves se pueden asociar a lesiones maxilofaciales o de otras partes del organismo.

La mayoría de traumatismos que sólo afectan a la corona del diente suelen producirse por caídas. También por accidentes de circulación, actividades físicas y actos de violencia (el síndrome del niño maltratado). También son frecuentes en pacientes con retraso mental y pacientes epilépticos durante sus crisis. 

 

Suelen ser más frecuentes en niños de sexo masculino, debido a que, por norma general, suelen realizar juegos o deportes mucho más agresivos y arriesgados que las niñas. Hay estudios que dice que uno de cada dos niños ha sufrido lesiones traumáticas dentarias durante la infancia o la adolescencia.


Suelen estar más afectados los incisivos superiores. Sobre todo en las conocidas Clases II donde el resalte (la distancia entre incisivos superiores e inferiores) es mayor. Estas fracturas suelen cursar con la pérdida de material dental y, en ocasiones, con el cambio de color del diente que indica la necrosis (muerte) del diente que puede precisar una desvitalización del mismo.

En la izquierda, imagen de una Clase II de Angle con resalte aumentado. En la derecha, fractura de incisivo superior con pérdida de material dental y necrosis pulpar con cambio de color.
(Los derechos de ésta y todas las imágenes quedan reservados a sus autores)

Los traumatismos de este tipo pueden reducirse usando medidas preventivas como, por ejemplo, un buen diagnóstico y tratamiento ortodóncico precoz para posicionar correctamente los dientes en sus arcada.




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